Dracaena draco L. (Drago)
Reino: Plantae
División: Spermatophyta
Subdivisión: Magnoliophytina
Clase: Liliopsida
Orden: Aspparagales
Familia: Dracaenaceae
Género: Dracaena
Especie: D. draco
Descripción:
Tronco: liso en la juventud y
rugoso con el paso de los años, de color gris-plateado y con ramificaciones dicótomas. El tallo no presenta
anillos de crecimiento, por lo que su edad solamente se puede estimar por el
número de hileras de ramas, ya que se va ramificando después de la primera
floración, aproximadamente cada 8-15 años.
Hojas: ensiformes, verdes-azuladas, planas y coriáceas. Nacen en densas rosetas en el ápice de las ramas. Miden entre 50-60 cm de longitud y entre 3-4 cm de ancho. Se insertan en el tallo por su base ensanchada de color anaranjado.
Hojas: ensiformes, verdes-azuladas, planas y coriáceas. Nacen en densas rosetas en el ápice de las ramas. Miden entre 50-60 cm de longitud y entre 3-4 cm de ancho. Se insertan en el tallo por su base ensanchada de color anaranjado.
Flores: son pequeñas y numerosas
y se disponen en llamativas inflorescencias terminales y ramificadas que
sobresalen del conjunto de hojas. Tépalos de color blanco-verdoso.
Frutos: globosos, hasta 15 mm de
diámetro, rojo-anaranjados.
Esta planta, de lento
crecimiento, puede tardar una década en crecer 1 m y puede alcanzar más de 15 m
de altura. Es el único árbol del mundo cuya savia es de color rojo y no blanco,
ésta se transforma en roja en contacto con el aire.
Reproducción:
Por semillas.
Ecología:
El Drago forma parte de la
vegetación termo-esclerófila de las medianías
insulares junto al acebuche, el peralillo, la sabina y el almácigo.
Ecosistema:
Bosque Termófilo.
Piso bioclimático:
Termomediterráneo.
Distribución:
El drago se cultiva en
parques y jardines de todas las islas, sin embargo, los ejemplares silvestres
son actualmente rarísimos. Es un endemismo macaronésico que se localiza en
cinco de las Islas Canarias: Tenerife, La Palma, La Gomera, Gran Canaria y El
Hierro.
Usos:
Para los antiguos
aborígenes, esta planta tenía propiedades mágicas. El drago es empleado como
planta ornamental, tanto en las islas como fuera de ellas. En el pasado, la
corteza fue utilizada para la fabricación de escudos y sus troncos ahuecados
sirvieron como colmenas de abejas. Las hojas han sido empleadas como forraje y para fabricar cuerdas.
Por otra parte, la legendaria sangre de drago, por sus propiedades astringentes y desecativas, ha tenido una gran
utilidad como producto medicinal para el tratamiento de hemorragias, golpes
internos o ciertas enfermedades infecciosas como la disentería. También ha sido
utilizada para la preparación de polvos dentífricos, para barnizar instrumentos
de cuerda, como tinte para el cabello y para limpiar y lustrar armaduras, como lacre e incluso como revelador
usado por los servicios policiales para la detección de huellas digitales. Por
último, citarse la costumbre tradicional de los campesinos y campesinas
canarios que aún hacen predicciones meteorológicas de un año para otro, tomando
en consideración la intensidad y la orientación de la floración de los viejos
dragos a finales de la primavera.
Nivel de protección:
Esta especie, actualmente,
se encuentra en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, en la categoría
de especies en peligro de extinción.
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